Adriana Vilas
Travel designer
Adriana Vilas, Travel designer
Una de las culturas que mayor huella han dejado en la península ibérica es la judía, Sefarad la llamaban. Hoy podemos disfrutar de su gran legado.
La comunidad judía en España o sefardita
Desarrollaba profesiones que hoy podríamos considerar liberales, destacando como comerciantes, artesanos o médicos. Estas actividades requieren de un entorno urbano. Si a esto, lo unimos a la vida en comunidad da lugar a sus típicos barrios, las juderías españolas. Sus calles estrechas nos permiten imaginar como era su vida en época medieval. Todo un viaje en el tiempo perderse por sus laberínticas calles.
Sería muy extenso escribir sobre su importancia en la edad media o las influencias que de los sefarditas nos han llegado a nuestros días, como puede ser la gastronomía, costumbres, el ladino (su castellano antiguo), etc. Nos centraremos en dónde vivían, en dónde desarrollaban sus actividades, en sus barrios, Las Juderías y en concreto y en concreto hablaremos de las cinco más hermosas y mejor conservadas que tenemos en España.
No queremos olvidar las de Segovia, Barcelona, Tortosa, León, etc. de las que hablaremos en otro post.
Barrio de Call, Girona
También conocido como CallJueu, durante más de 600 años convivieron en torno a la calle de la Força de donde parten sus empinadas callejuelas, casas y patios.
Es difícil encontrar un plan mejor que pasear por ellas, disfrutar de la comida típica catalana en alguno de sus restaurantes. Se puede bordear caminando toda la muralla que está rodeada de vegetación. Si se quiere profundizar más podemos visitar el Centro Bonastrucça Porta, sede del Museo de Historia de los Judíos y del Instituto Nahmanides. El barrio ha servido de decorado a películas como El Perfume o Soldados de Salamina.
La judería en Toledo
Toledo fue ejemplo de tolerancia entra culturas durante siglos, destacando en el reinado de Alfonso X el Sabio, circunstancia que facilito el florecimiento de la comunidad sefardí.
Una de las peculiaridades, es que se encuentra diseminado por toda la ciudad. Los árabes tras su conquista destinaron un espacio en el oeste de la ciudad, el arrabal de los judíos entre la puerta del Cambrón y el río Tajo, pero el crecimiento y convivencia hizo que no tenga limites definidos, incluso hay constancia de tiendas judías junto a la catedral en 1480.
Como en el resto de juderías medievales, la mejor forma de descubrirla es caminando y observando cada rincón, buscando señales del pasado en fachadas, suelos, inscripciones, en cada piedra, dado que tras su expulsión las lápidas del cementerio judío se utilizaron para la construcción es fácil encontrarlas incrustadas en otro edificios.
Visita obligada es su sinagoga del Siglo XIV (Toledo llego a tener 12 sinagogas) fusión entre el gótico, el arte islámico cordobés, y las características propias del edificio judío. Están localizados y hay restos arqueológicos de baños, mercados, etc.
Tal es el apego de los sefardís por la ciudad que han conservado las llaves de sus casas durante siglos, pasando de padres a hijos, preparando el regreso.
Entre la gastronomía hay señales de esa mezcolanza de culturas en productos típicos como el mazapán, también se puede disfrutar de carcamusas y carnes de caza.
Judería Hervás (Cáceres)
De los mejores conservados de España a la orilla del río Ambroz, entre huertas, higueras y castaños.
Al igual que todas las juderías medievales cuenta con callejuelas, pero con elementos propios como balconadas o voladizos, seguramente fruto del clima y de utilizar materiales de la zona como castaño y granito.
Entre los oficios de sus habitantes destacan como curtidores, tejedores, médicos o prestamistas.
Hay constancia de familias que partieron al exilio a Portugal y de conversos. Sus descendientes, seguramente, son los que han mantenido en perfecto estado la historia de sus antepasados en edificaciones. Imprescindible visitar La calle Rabilero.
Judería Córdoba
Se encuentra en un lugar privilegiado de Córdoba, al noroeste de la Mezquita-Catedral.
Al menos desde el Siglo X al XV con importante presencia Sefardita, destacando en momentos de tolerancia religiosa como con Abd-al-RahmanIII.
La simbiosis de cultura judío-musulmana día ilustres personalidades como Maimonides (Siglo XII) Medico, Rabino, teólogo y filósofo, reconocido por el mundo cristiano en el renacimiento y transmisor de la cultura griega y bizantina.
El barrio tiene un encaje perfecto en lo que hoy es la tradición andaluza, incorporando imágenes religiosas cristinas, señas taurinas o flamencas.
Buen espacio para disfrutar de los platos típicos, como las berenjenas a la miel, el salmorejo o el rabo de toro.
Judería Viaja y Nueva Cáceres
La judería vieja es fácilmente identificable, mientras el resto de la ciudad cuenta con caserones blasonados y con torreones, las viviendas de la judería son más sencillas y humildes, blancas y en calles estrechas.
Se corresponde con el actual barrio de San Antonio de la Quebrada.
La iglesia de San Antonio es la transformación o casi reconstrucción de la anterior Sinagoga.
La ubicación en extramuros y en la zona más pedregosa muestra que fueron relegados a la ubicación menos deseada. Al estar en un lugar elevado, da un aspecto de lo más pintoresco.
Mirando con detalle se pueden encontrar inscripciones religiosas cristinas con las fachadas y puertas con las que los conversos querían dar publicidad a su nueva Fé.
La judería nueva aparece con la llegada de los judíos expulsados de Sevilla, Córdoba y Cádiz. Son obligados a agruparse en una sola zona, creando la nueva junta a la Plaza Mayor.
Se encuentran curiosos nombres como es Arco de la Estrella, quizás señal del comienzo del barrio.
Esto no es más que una pincelada, para el viajero que quiera ampliar información cuenta con la Red de Juderías de España, Los Caminos de Sefarad.